A veces, nada mejor que un poco de música para cuando el estrés nos tiene a mal traer. Tomarte un rato de tiempo para dejarte atrapar por una canción, unas melodías o simplemente un evocador sonido de fondo, puede ser una de las mejores maneras de construir tu propio universo y despegarte de la rutina habitual. En cada pieza musical hay un mundo. Y nada como descubrirlo para aislarnos de lo que nos preocupa al menos por un rato.
La música puede ser uno de los mejores refugios que escojas cuando quieres quitarte el estrés de encima. Sirve para distender, para relajar y, sobre todas las cosas, para crear un mundo aparte de lo que vives en ese instante. Sólo es cuestión de ambientar el lugar donde te encuentras, poner las luces bajas, predisponer tu mente y entregarte a las sensaciones que la música te ofrece. A continuación te recomendamos algunos videos con buenas canciones para que te desenchufes de tu cotidianeidad.
La música zen también puede llegar a resultarte útil para la relajación y para olvidarte del estrés. Con inconfundibles toques orientales, muchas religiones emplean este tipo de música para meditar.
Música de relajación para relajar tensiones
La música tiene un efecto mágico y relajante sobre los estados de tensión y el estrés de la vida cotidiana. Unos minutos al día para escuchar música y relajarse es una de las mejores técnicas de relajación, que puedes adoptar.
También puede ayudar a relajarte la música clásica. A mí personalmente me encanta Kenny G.
Kenneth Gorelick, más conocido por su nombre artístico Kenny G, es un saxofonista estadounidense ganador del Grammy. Su cuarto álbum, Duotones, le llevó al éxito en 1986. El instrumento principal de Kenny G es el saxofón soprano, pero también toca a veces el saxofón tenor y el alto. Comenzó a tocar el saxofón cuando tenía 10 años, en 1966. El instrumento que tenía cuando era estudiante era un saxofón alto Buffet-Crampon. Ahora toca con saxofones Selmer Mark VI Soprano, Alto y Tenor. Ha creado su propia línea de saxofones llamados "Kenny G Saxofones". En 1997 obtuvo un lugar en el libro Guinness de récords mundiales al haber ejecutado la nota más larga registrada por un saxofón (45'47"). Una de sus últimas participaciones ha sido su contribución en la canción "Last Friday Night (T.G.I.F)" de la cantante estadounidense Katy Perry. En el vídeo oficial, tocó el saxofón actuando como "Uncle Kenny (Tío Kenny)".
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