CARDIOPATÍAS: SERIO PROBLEMA PARA LOS DEPORTISTAS.
En los últimos años han aparecido numerosos fallecimientos asociados a causas cardíacas entre deportistas profesionales y amateurs. Casos como los de los futbolistas Antonio Puerta o Dani Jarque han tenido una especial repercusión mediática, pero a estos se les han unido otros deportistas aficionados y semiprofesionales que practicaban especialidades deportivas de cierta exigencia física en el momento de su muerte.
En nuestra sociedad, cada vez son más las personas que incluyen entre sus aficiones la práctica de actividades deportivas de media y alta intensidad. La aparición de todos esos casos de deportistas de élite y aficionados que han fallecido mientras competían o entrenaban nos ha llevado en ocasiones a un estado de alarma sobre el riesgo de la práctica deportiva.
La práctica deportiva en personas con cardiopatías no conocidas puede significar un aumento del riesgo de muerte súbita. Aproximadamente 2 de cada 200.000 deportistas fallecen al año, siendo la incidencia de muerte súbita en deportistas jóvenes el doble que en la población general.
Además, se trata de un tema de especial interés desde el punto de vista médico, ya que suele afectar a personas jóvenes que están aparentemente sanas.
Recientemente se vienen realizando múltiples estudios en este campo, en especial entre los participantes en maratón, triatlón y otros deportes de resistencia. Los mismos demuestran que al finalizar el ejercicio, los deportistas presentan daño en la estructura del ventrículo derecho, menos acostumbrado al estrés que el izquierdo, con deterioro de la fuerza contráctil.
En sangre, se objetivan niveles elevados de enzimas marcadoras de daño muscular cardíaco. La realización repetida del ejercicio se relaciona con la presencia en la pared ventricular de focos de fibrosis que pueden estimular la aparición de arritmias de diferentes tipos, desde la fibrilación auricular hasta la taquicardia ventricular. Estos cambios pueden permanecer incluso años después del abandono de la práctica deportiva, es por ello que comienza a hablarse de la ´cardiopatía inducida por ejercicio´.
Además, se trata de un tema de especial interés desde el punto de vista médico, ya que suele afectar a personas jóvenes que están aparentemente sanas.
Recientemente se vienen realizando múltiples estudios en este campo, en especial entre los participantes en maratón, triatlón y otros deportes de resistencia. Los mismos demuestran que al finalizar el ejercicio, los deportistas presentan daño en la estructura del ventrículo derecho, menos acostumbrado al estrés que el izquierdo, con deterioro de la fuerza contráctil.
En sangre, se objetivan niveles elevados de enzimas marcadoras de daño muscular cardíaco. La realización repetida del ejercicio se relaciona con la presencia en la pared ventricular de focos de fibrosis que pueden estimular la aparición de arritmias de diferentes tipos, desde la fibrilación auricular hasta la taquicardia ventricular. Estos cambios pueden permanecer incluso años después del abandono de la práctica deportiva, es por ello que comienza a hablarse de la ´cardiopatía inducida por ejercicio´.
Un examen cardiológico completo debe constituir una parte indispensable del reconocimiento médico global que se le debe practicar previamente a toda persona que vaya a iniciar un programa de mantenimiento, de entrenamiento o de competición.
Y es que, como indica el Dr. José Antonio Ferrero, cardiólogo del Instituto de Medicina del Deporte (IMD) de Valencia, “las nuevas técnicas permiten una valoración de la estructura cardíaca muy superior a lo que disponíamos anteriormente; de hecho, con los sistemas actuales podemos alcanzar, de una manera incruenta, una precisión diagnóstica cercana al 100%”.
La combinación perfecta
La actividad física moderada, en general, es una herramienta importante para mejorar la salud, e incluso como tratamiento de base para diversas patologías.
Para detectar posibles anomalías cardiacas en personas que van a iniciar una práctica deportiva regular y/o competitiva, el conocimiento de la estructura cardiaca es fundamental, así como el conocimiento de la electrofisiología cardiaca.
Los beneficios de esta estrategia resultan tan evidentes que son ya muchos los organismos deportivos a nivel mundial que la han adoptado como obligatoria para poder competir a nivel profesional (Unión Ciclista Internacional, NBA, Liga de Béisbol Americana, la ACB, varias ligas de fútbol europeas,…).
Avances en el conocimiento de la susceptibilidad genética
A día de hoy se conoce un elevado número de genes involucrados en patologías que pueden provocar muerte súbita. Así en enfermedades del miocardio, pueden haber implicados más de medio centenar de genes conocidos y en diversas canalopatías unos cuarenta genes, afirma la Dra. Sonia Santillán, médico genetista responsable de la unidad de genética médica de Sistemas Genómicos. La metodología para analizar todos estos genes ha mejorado sustancialmente en los últimos años, gracias a la tecnología de secuenciación masiva, que permite el análisis simultáneo de un gran número de genes e incluso de todo nuestro genoma.
Hoy se puede establecer en muchos casos medidas preventivas, al estudiarse todos los genes conocidos asociados a muerte súbita en el sujeto afectado de una patología cardiaca y sus familiares. Son diagnósticos en grupos de riesgo, en portadores de mutaciones de susceptibilidad. Se dispone en el mercado del test Cardiogenprofile®, cuya investigación y ahora comercialización pertenece a la empresa Sistemas Genómicos. Permite interrogar por secuenciación masiva y en un mismo ensayo a todos los genes que se conocen relacionados con la muerte súbita.
A día de hoy se conoce un elevado número de genes involucrados en patologías que pueden provocar muerte súbita. Así en enfermedades del miocardio, pueden haber implicados más de medio centenar de genes conocidos y en diversas canalopatías unos cuarenta genes, afirma la Dra. Sonia Santillán, médico genetista responsable de la unidad de genética médica de Sistemas Genómicos. La metodología para analizar todos estos genes ha mejorado sustancialmente en los últimos años, gracias a la tecnología de secuenciación masiva, que permite el análisis simultáneo de un gran número de genes e incluso de todo nuestro genoma.
Hoy se puede establecer en muchos casos medidas preventivas, al estudiarse todos los genes conocidos asociados a muerte súbita en el sujeto afectado de una patología cardiaca y sus familiares. Son diagnósticos en grupos de riesgo, en portadores de mutaciones de susceptibilidad. Se dispone en el mercado del test Cardiogenprofile®, cuya investigación y ahora comercialización pertenece a la empresa Sistemas Genómicos. Permite interrogar por secuenciación masiva y en un mismo ensayo a todos los genes que se conocen relacionados con la muerte súbita.
Una opción innovadora de prevención y diagnóstico
En este contexto cobra especial relevancia la puesta en marcha de unidades médicas, constituidas por un equipo profesional multidisciplinar (de cardiólogos y expertos en genética clínica y molecular) y con recursos tecnológicos avanzados, para prevenir y detectar precozmente posibles patologías cardiovasculares en deportistas de competición.
En este contexto cobra especial relevancia la puesta en marcha de unidades médicas, constituidas por un equipo profesional multidisciplinar (de cardiólogos y expertos en genética clínica y molecular) y con recursos tecnológicos avanzados, para prevenir y detectar precozmente posibles patologías cardiovasculares en deportistas de competición.
“Corazón en ON” es una unidad innovadora en nuestro país, al ofrecer de forma conjunta todas aquellas técnicas de las que el cardiólogo del deporte no dispone habitualmente con facilidad, incluyendo imagen cardíaca y pruebas genéticas
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